Tienes libertad.
Pierdes restricciones.
Estas emocionado,
Satisfecho con lo logrado.
Las emociones se van acumulando.
Justificas con sentimientos de respaldo moral,
luego eres preso de tu propia libertad.
Luchas para ser libre de tu prisión;
la única opción es rebelarte.
¿Contra quién;
contra ti?
¡NO!
Contra otros.
Quienes obstaculizan tu progreso;
la intención de ensanchar tu celda.
Esa vereda tiene que limpiarse de quien no quiere tu libertad.
Sigues eliminando.
Cuando llegas a algún punto de fatiga no descansas,
pero…
Miras atrás.
No quedan mas que cuerpos,
cadáveres,
victimas.
Entonces te pones lento.
Así los que difieren disminuyen.
Tus victorias van en aumento.
Ahora crece tu moral.
Se suman a tus lineas los que temen tu nueva fuerza,
tu influencia.
Algunos solo te siguen por miedo,
miedo a la suerte de tus obstáculos,
miedo a tus epítetos discursivos,
miedo a sentirse solos.
MIEDO.
Mientras tu cárcel crece sientes que no cabes en ella.
Como con hambre mientras comes.
Mientras mas caminas mas necesitas.
Sigues adelante.
Crece tu ego.
Ya están todos tus esfuerzos legitimados.
Ya no tienes que explicar por que,
solo los demás tienen que exponer sus desacuerdos contigo.
De repente cesa el ruido.
Eres tan grande que nadie se ve.
Es como si los hubieras escondido,
como que se cansaron,
le duelen los pies.
Pensaste que eran como tu,
pero no quieren lo mismo.
No abandonas tu misión: sentirte libre.
Entonces caminas de espalda y pides que te sigan.
Los animas con recuerdos de épocas doradas.
Entonas tu discurso de valor, honor y lucha.
Recuerdas cuando eras la víctima.
Pero ya tus banderas están vacías,
no pertenecen a ninguna ideología.
Como andas de espaldas te golpeas mientras marchas.
Te volteas con mas violencia, molesto, y aplastas a tus enemigos.
Pero ya no tienes testigos pues tu conquista es muy ancha.
Ya no quedan más amigos.
Te rodean conocidos,
te rodean súbditos,
te rodean miedosos,
te rodea quien no parece tener remedio.
Tu libertad se vuelve solo un medio, una excusa para continuar.
Sigues el camino.
Mientras vas repasas tus conquistas.
Verificas listas.
Observas que quien se beneficia de tu logro eres tu
y otros como tu.
TU.
Ves que has avanzado.
Avanzado tanto,
TANTO.
Te percatas que no puedes parar;
te percatas que los demás no te motivan;
te percatas que satisfacerte era el punto;
te creíste que el beneficio del mundo fue tu tiranía;
te percatas…
eres un corrupto.
Para el reflejo en mi espejo.También a quién piensa que esto no le toca…
Es dedicado a las repúblicas liberales, al fascismo, al buen anarquismo, a la iglesia, al clasicismo, al individualismo, al marxismo, al de diestra y siniestra, al que se siente que su lucha es por los demás pero que son motivados por el beneficio propio.
A estos, a nosotros…
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